¿Necesitas guardar las sábanas, los edredones o la ropa que te sobre? Es el momento de optar por los diversos tipos de camas con almacenaje para tener todo recogido y a mano.
En nuestro dormitorio caben muchas más cosas de las que parece a simple vista. Si ya no puedes poner más armarios ni baldas en tu cuarto y te falta espacio para tu ropa, sábanas y objetos, deberás optar por probar las camas con almacenaje, para aprovechar al máximo el espacio de tu dormitorio.
Las camas con almacenaje, además de cumplir con su propósito principal de servirnos de descanso, aportan un montón de espacio extra con el que podrás guardar todo lo que necesites y ya no sabes donde colocar.
Existen dos tipos de camas con almacenaje, dependiendo del espacio que poseas en tu habitación:
Camas con almacenaje en altura
Aunque es la solución ideal para las habitaciones muy estrechas o que posean una casa diáfana o tipo loft. Eso sí, este tipo de mobiliario ¡no es apto para personas con vértigo!.
Lo mejor es colocar la cama en la parte superior, cerca de una ventana o fuente de luz y en la parte de abajo todo tipo de elementos, desde mesas de escritorio, armarios, cestas, etc. Apuesta por los muebles de madera de estilo nórdico combinados con colores claros. Puedes utilizar esta combinación tanto en la cama como en los muebles inferiores, para crear la sensación de mayor espacio y amplitud.
Cama con canapé o cajones
¡Ahorra tiempo y gana espacio! Incluye varios cajones o utiliza un canapé bajo el somier, y te olvidarás de aspirar más debajo de la cama. Los cajones son muy útiles para incluir ropa cama y complementos de tu habitación, entre otras cosas.
Las camas almacenaje de este tipo necesitan habitaciones mucho más espaciosas para poder abrir los cajones. Al contrario que las camas en alto, la decoración puede incluir baldas u otros elementos decorativos.
Y tú, ¿por qué tipo de almacenaje optarás para tu habitación?