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Alfombras rústicas de fibras naturales

Las alfombras de fibras vegetales son perfectas para lograr un estilo rústico y natural. Materiales como el coco, yute o sisal son  fibras naturales y 100% vegetales, que además de ser ideales para crear ambientes acogedores, permiten la confección de alfombras duraderas y resistentes.

Usar en nuestra decoración elementos naturales es una forma de estar más en contacto con la naturaleza, mostrando respeto por el medio ambiente. Las alfombras de fibras naturales son perfectas para dar a los ambientes calidez con el estilo natural más puro.

El  objetivo del estilo rústico es lograr un ambiente relajado y tradicional que gire entorno a la naturaleza. Las fibras vegetales dan ese punto de calidez a través de diferentes texturas y materiales, siendo aptas para cualquier estilo decorativo. Los muebles artesanales, como los que encontrarás en Woodies,  también son la clave para lograr un estilo rústico envidiable.

Es importante visualizar el conjunto entero de la estancia donde queramos colocar nuestra alfombra, junto con elementos como los muebles y las ventanas. Las alfombras van a terminar de definir el espacio y el estilo del mismo. Además del estilo que queramos, debemos tener en cuenta el tamaño de nuestra alfombra. Dar con el tamaño adecuado,es una apuesta segura para embellecer cualquier espacio.

Cada tipo de fibra natural tiene unas determinadas características que deberíamos conocer antes de decidirnos por nuestra alfombra rústica.

 

Alfombras de Coco

 

Sin duda, una alfombra de coco será nuestra aliada perfecta a la hora de crear un ambiente rústico. Para fabricar las alfombras de coco se utiliza un producto procedente de las pilosidades del fruto de las palmeras. Principalmente proceden de la India, África y Brasil. Son tejidas en una gran variedad de colores y resultan ser muy resistentes al tránsito.

Las alfombras de coco son muy fuertes frente a la humedad y al desgaste. Su tacto es áspero, y es que tradicionalmente se han utilizado como felpudos.

Alfombras de Sisal

 

El sisal procede del agave, un vegetal de zonas áridas que es hilado y tejido de forma artesanal. Suelen ser de tonos tierra, neutros y crema, aunque admite muy bien el teñido.

Siempre debemos escoger las alfombras en función del resto de la decoración. En el caso de crear ambientes rústicos, nos interesan alfombras en tonos neutros o tierra, que no sean demasiado llamativas, ya que serán el complemento de nuestros muebles artesanales.

El tejido de sisal presenta una gran resistencia, por lo que permanecen como nuevas por más tiempo. Del trenzado que se utilice para su confección va a depender su resultado final. Por ello que este tipo de alfombras pueden adaptarse muy bien a un estilo rústico. Además, sus tejidos son capaces de regular la humedad ambiental siendo frescos en verano y cálidos para el invierno.

Alfombras de Yute

 

El yute es un vegetal que posee un tacto similar a la lana en cuanto a suavidad se refiere. El usar yute en la confección de alfombras da muy buenos resultados, tanto en su apariencia como en la calidad de su terminación. Se puede mezclar algodón o lana para crear diferentes formas y colores.

Este tipo de alfombras son más aconsejables en lugares menos transitados, como por ejemplo en los dormitorios. Al tratarse de un tejido más liviano puede utilizarse también para tapizados y para forrar paneles de muebles.

Alfombras de Bambú

 

 

 

Este tipo de alfombras tienen la particularidad de confeccionarse en tablillas, que presentan un tacto suave y flexible. El bambú es una planta procedente de China, que sorprende por su gran resistencia y por tratarse de uno de los materiales más interesantes hoy en día para la construcción y la decoración (estanterías, tarimas, etc). Utilizar materiales como el bambú ayuda a un mundo más sostenible, ya que es una planta que crece a gran velocidad y no requiere de grandes inversiones.

Y tú, ¿qué tipo de alfombra vas a elegir para la decoración de tu hogar?