Hoy os queremos hablar de como nuestro entorno influye en nuestra salud. Nuestra salud física depende de nuestra genética, de nuestra alimentación, de nuestra salud mental y también de nuestro entorno.
Tras la revolución industrial comenzamos a rodearnos de materiales nuevos para el ser humano, como por ejemplo los polímeros (plásticos). Son materiales que proceden del petróleo y que hasta hace unos años no nos habíamos dado cuenta de lo perjudiciales que son algunos de sus compuestos, como por ejemplo el BPA, un disruptor endocrino cuyo uso ya está prohibido en España. Es un asunto muy preocupante porque los plásticos están presentes a diario en nuestra rutina de alimentación.
Por otro lado está también nuestro entorno, factores como la contaminación del aire, contaminación acústica y visual.
En nuestras casas tenemos muchos objetos (electrodomésticos, muebles e incluso juguetes) que entre sus componentes contienen disruptores endocrinos.
En los muebles a menudo se usan tratamientos muy tóxicos y agresivos con el entorno, como, por ejemplo, los barnices con base al disolvente.
Estos contaminantes se liberan en el día a día y su liberación se ve intensificada con el polvo, agua o la radiación solar.
Respirarlos tiene un efecto negativo sobre nuestro sistema inmunológico, al igual que todos los aditivos que nos encontramos en los alimentos. En el caso de los bebés el efecto es mayor ya que con su boca exploran todos los objetos.
No es casualidad que con el aumento de estos aditivos nuevos en nuestra alimentación y nuestro entorno hayan aumentado vertiginosamente las enfermedades asociadas al sistema inmunológico (problemas hormonales, cánceres, enfermedades autoinmunes, etc.)
En Woodies estamos muy concienciados con esta problemática y es por eso que desde nuestra creación en 2014 sólo trabajamos con madera maciza natural y con pinturas y barnices al agua respetuosos con el medio ambiente y libres de sustancias tóxicas.
Cada vez somos más las empresas de fabricación de mobiliario que apostamos por los muebles libres de tóxicos, pero todavía hay mucho trabajo por delante en la industria del mueble.
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