Cuando las dimensiones de nuestro hogar son más pequeñas de las que nos gustaría, tenemos que buscar trucos decorativos que nos ayuden para que parezcan más grandes.
El color juega un papel muy importante en este aspecto. Y es que los colores claros aportan más luminosidad a las estancias ampliándolas visualmente.
La elección adecuada de los muebles también facilitan esta búsqueda de amplitud, sobre todo cuando se compran a medida.
Veamos qué colores hacen más grande tu hogar.
Blanco
El blanco es el color comodín por excelencia, ya que es uno de los más utilizados para dar esa sensación de amplitud en una habitación.
La luminosidad del blanco consigue que las estancias parezcan mucho más grandes de lo que realmente son. Esta es una cualidad a tener muy presente en salones pequeños o en aquellos espacios en los que el comedor se integra en el salón.
Un truco para que tu salón-comedor parezca aún más grande consiste en elegir una mesa redonda que optimiza el espacio con su forma.
Si tu salón es cuadrado y tienes dificultades para incluir la mesa del comedor, elige una mesa a medida de madera y sitúala en un lateral, tal y como te explicamos en este post.
Beige
Los colores beige, crema y arena añaden un toque de calidez extra, además de hacer más grande tu hogar. Las pinceladas de estos colores pueden estar presentes en paredes, textiles y en objetos decorativos.
Y es precisamente esa calidez la que combina genial con muebles de madera en todas sus tonalidades.
Elige una mesa de centro de madera y conseguirás un salón confortable, funcional y mucho más amplio.
Decora una estantería de madera con objetos de barro y cestos de mimbre para crear un rincón personalizado con estas tonalidades que aportan amplitud.
Gris
El gris es otra alternativa que hace más grande tu hogar con un contrapunto frío. Es perfecto para quienes prefieren un toque sobrio y elegante más allá del color blanco.
El punto de frialdad se compensa con muebles auxiliares de madera, como una consola que complementa la decoración de una pared o una mesa de centro.
También contrasta muy bien con piezas de color blanco.
El color gris tiene una cualidad única, y es la de aumentar su viveza cuando se combina con otros colores más alegres o cuando se fusiona con otras gamas, como la verde mint o los tonos pastel.
Tonos pastel
Los tonos pastel o los colores poco saturados también consiguen ese efecto en tu hogar. Por ejemplo, el color mint, que sigue siendo tendencia, tiene la particularidad de aportar una nota de color sin restar un ápice de amplitud a las estancias.
Este verde suave crea un equilibrio visual precioso combinándolo con una mesa de madera y sillas en tonos blancos.
En los recibidores es un color tenue pero alegre, perfecto para enmarcar una entrada rústica decorada con un banco de madera y con plantas.
Otra alternativa consiste en dar protagonismo a los tonos pasteles en el mobiliario, con sofás en un rosa empolvado, en los cojines y en los cuadros.
Elegir estos colores claros y los muebles adecuados ayudarán a que tu hogar parezca más amplio de lo que es.
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