La elección del mobiliario responde a gustos personales y están influenciados por las diferentes tendencias. Pero existen algunas ocasiones en las que será mejor optar por muebles claros u oscuros según el objetivo que se tenga en mente.
En el post de esta semana hacemos un repaso a las situaciones en las que el tono de las piezas marcará la diferencia. Además, te servirán como inspiración para tus futuros proyectos.
Muebles oscuros cuando queremos crear contraste
El estilo nórdico hace años que se estableció como un referente en el mundo de la decoración. Su elección de colores de la gama del blanco y el gris, sin estridencias, aporta mucha luminosidad a los espacios y los hace parecer más amplios.
Pero para muchos es demasiado uniforme. El blanco, en estas ocasiones se utiliza como lienzo en paredes y techos para sacarle el máximo provecho a la luz. Y en contraste, se utilizan mesas de madera y muebles de colores oscuros que rompen la monotonía.
¿El resultado? Una estética diferente que transmite personalidad e inconformismo. Un tip para que no resulte recargado: combina piezas en colores oscuros con otras más neutrales de madera.
Muebles oscuros cuando queremos centrar la atención en un punto
En algunos espacios queremos cederle el protagonismo a un punto concreto de la estancia. Aquí el contraste no lo buscamos con un conjunto de piezas, sino que lo centramos en una sola.
El lugar más fácil en el que hacerlo es el salón. Elige tonos claros en paredes y techos, neutros en sofás y mesas auxiliares y coloca unas estanterías hechas a medida de color oscuro.
También es muy útil elegir muebles oscuros en espacios tipo loft para diferenciar un espacio de otro. Si quieres, por ejemplo, que el comedor se distinga visualmente del salón, coloca en esta zona piezas de tonos más oscuros y pinta incluso una de sus paredes para que la diferencia sea aún mayor.
Muebles claros cuando queremos unificar espacios
A veces, y al contrario que en punto anterior, en viviendas tipo loft queremos que todas las estancias queden unificadas utilizando un hilo conductor. Los colores claros permiten crear la sensación de que cada mueble forma parte de un todo.
Para evitar que el resultado sea demasiado anodino, se pueden colocar algunos detalles de color. Si nos apoyamos en un par de piezas clave de madera, como la mesa de comedor o el cabecero de la cama, rebajaremos la monotonía.
Este tipo de decoración también puede utilizarse en hogares en los que, a pesar de no ser completamente diáfanos, tienen unidas cocina y comedor o comedor y salón.
Muebles claros cuando queremos aumentar la luminosidad
Que el blanco potencia la luz de los espacios no es ninguna novedad. Por eso, los muebles de colores claros son clave cuando queremos aumentar la luminosidad.
En estos casos, tanto paredes como techos llevarán tonalidades blanquecinas. Junto a ellas, piezas en las que el blanco es el protagonista indiscutible.
Una vez más, coloca algún mueble de madera, si lo prefieres que sea una mesa a medida de madera clara, y elementos decorativos que den un punto de color. Los textiles y las flores serán tus grandes aliados.